Viajar por trabajo siempre es complicado. Nos encanta imaginar que el viaje dará tiempo para experimentar nuevas culturas, nuevos lugares mientras nos ocupamos también de nuestro trabajo. Sin embargo, muchas veces, mientras viajamos por trabajo nos encontramos sentados en un hotel con muy pocas ganas de salir a explorar. Debemos priorizar el aire libre, para nuestro bienestar mental y físico. Los estudios revelan que, al salir, aunque sea brevemente, puede tener muchos beneficios para la mente y el cuerpo. Aquí te pasamos algunas maneras de despejar tu mente y aprovechar el aire libre durante esos días:
1. Trae tus zapatos para correr: Lo mejor que te puede suceder es que tengas acceso a parques, senderos y actividades de la ciudad, pero la clave para disfrutar de tu viaje es traer un par de zapatos deportivos cómodos. Los zapatos para correr suelen ser livianos y se pueden guardan fácilmente. El simple hecho de tener unos zapatos deportivos te ayudará a replantearte si quedarte en la habitación es una buena idea. Pon en marcha tu cuerpo con una caminata previa al trabajo o da una vuelta en la naturaleza por la tarde. Después del trabajo, te sentirás mucho más motivado para realizar cualquier actividad.
2. Alquila una bicicleta: La mayoría de las ciudades cuentan con algún programa de alquiler de bicicletas. Estos alquileres a corto plazo suelen ser una excelente manera de tomar un poco de aire fresco y mejorar tu estado de ánimo a través del ejercicio.
3. Llévate una manta: Llévate contigo una manta que pueda estar en el fondo de tu mochila o tu bolso de viaje. Aprovecha la oportunidad, y en la hora de la comida de encuentra un espacio verde cercano, un parque de la ciudad o incluso un patio, y haz un mini picnic. Puede ser también un buen momento para ser sociable, e invitar a algún colega del trabajo. También es un buen momento para leer un libro o tener unos minutos para meditar. Tu manta también puede servir como un lugar de estiramiento al mediodía. Después de horas de estar sentado en reuniones, acostarse durante unos minutos y cambiar la postura hará que la sangre se mueva y te preparará para darle un empuje a la tarde.
4. Encontrar actividades por el área: En varias ciudades ofrecen planes los domingos al aire libre, por ejemplo, un mercado local. Esto puede ser una buena oportunidad para salir a caminar, interactuar con la cultura local y probar alimentos únicos y saludables. De esta forma, no tocaremos esa máquina expendedora entre reuniones. Si no hay un mercado al aire libre, puedes investigar los locales más conocidos de la ciudad o hacer un paseo frente al río.
5. Mirar la puesta de sol: Para terminar los días, súbete a una bicicleta, encuentra un lugar acogedor para relajarte. Explora los parques de la ciudad, las vías verdes, los tejados y si puedes pregúntale a un lugareño cuál puede ser el mejor lugar para visitar. Lo más posible es que te den consejos de los sitios menos turísticos. Además, lo bueno de una puesta de sol es que sucede todos los días, entonces ¡sal y convierte este viaje de trabajo en lo que merece ser!